miércoles, 24 de junio de 2009

Esta placa de terracota, encontrada en el sur del actual Irak, fue adquirida por el Museo Británico en 2003, y se le denomina Relieve Burney, por el nombre de su propietario en los años 30. Se fecha en torno a 1800-1750 a. C., esto es, de época paleobabilónica. Se trata de un alto relieve de una mujer desnuda de cuerpo escultural que, se supone, estuvo pintado de rojo. Lleva un tocado de cuernos, característico de las deidades mesopotámicas y en sus manos sostiene las varillas y anillos de la justicia, símbolos de su divinidad. Sus alas multicolores cuelgan hacia atrás, indicando que se trata de una diosa infernal. Sus pies terminan en garras de ave de presa, similares a los de los buhos o lechuzas que la flanquean. El fondo estuvo originalmente pintado de negro, para sugerir que estaba asociada con la noche. Se levanta sobre el lomo de dos leones.
Sobre su identidad se sigue especulando. Algunos piensan que podría tratarse de la diosa Isthar, divinidad del amor sexual y de la guerra, o la hermana y rival de Isthar, Ereshkigal que gobernaba sobre el Infierno, o la diablesa Lilitu, conocida en la Biblia como Lilith. Esta última teoría se ha hecho muy popular dentro del movimiento feminista y sus manifestaciones académicas. Y es fácil entender por qué. Según una interpretación rabínica de la Biblia, la primera mujer no fue Eva sino Lilith, creada a imagen suya y al mismo tiempo que Adán, y más tarde terminaría abandonando a su marido y el jardín del Edén. Erika Bornay, estudiosa del tema, nos dice que Lilith es una princesa de los sucubos (demonios que mantienen relaciones sexuales con varones bajo la apariencia de mujeres), una devoradora de hombres a los que atacaba cuando estaban dormidos y solos. Y un espíritu maligno que atacaba a las parturientas y a los recién nacidos. Como se consideraba igual a Adán siempre estaban polemizando con él, sobre todo en lo que se refiere a la forma de la unión carnal: Lilith debía considerar ofensiva la llamada "postura del misionero" porque dirigiéndose a su marido, argumentaba: ¿"Por qué he de acostarme debajo de ti?. Yo también fui hecha con polvo, y por consiguiente soy tu igual.". Como Adán quisiera obligarla, terminó por abandonarlo. De modo que Lilith se nos presenta como una rebelde e insubordinada que no obedece ni a su marido ni al propio Dios. Así, pues, Lilith es una mujer "mala", en oposición a la "buena" que se asocia con la maternidad y la pureza (Bornay). Con el tiempo, terminará por convertirse en una de las versiones de la femme fatale y, como es fácil suponer, muy representada en las versiones misóginas de la mujer de finales del siglo XIX, de las que, como ocurrió con Pandora, adjuntamos dos.

3 comentarios:

  1. Es posible que sea por mi ignorancia pero, ¿qué tienen en común este relieve y la Lady Lilith de Rossetti?

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  2. La pregunta que te haces es muy pertinente y nada tiene que ver con la
    ignorancia. Acaso yo he dado mucho por supuesto. Desde luego se parecen
    poco, pero yo no me refiero tanto a su aspecto físico como a lo que
    representan como devoradoras de hombres. Y en este sentido es preciso
    decir que D. G. Rossetti fue, en en la segunda mitad del XIX, uno de
    los iniciadores de la figura de la "femme fatale" (aunque él nunca la
    llamó asi). Erika Bornay dice, con razón, "que la recreación de este
    figura hebrea(...)es contemporánea de los movimientos ingleses de
    emancipación de la mujer y de las grandes controversias sobre
    planificación familiar de la década de 1860". Por tanto, para Rossetti
    la "New Woman" es la moderna Lilith, que también quiere emanciparse del
    control del varón y de ella se dice que rechaza la maternidad.. A
    partir de ese momento Lilith será sinónimo de la mujer fatal.
    Rossetti fue un victoriano en lo tocante al sexo: sólo admitía a las
    decentes, pero disfrutaba con el espectáculo de las más sórdidas
    prostitutas. En este caso Lilith se nos presenta como sensual y
    autosuficiente, contempla su belleza y la disfruta. Es un peligro para
    los hombres,a los que seduce con su belleza, y a los que termina
    llevando a la fatalidad, pero en realidad no los necesita. En suma,
    cuando Rossetti quiso personificar a tal tipo de mujer, que empezaba a
    dejarse notar en su época, resucitó a la figura de Lilith, que por otra
    parte ya había sido tratada por poetas como Swinburne, Goethe y Keats.
    Y otra cosa, el cine convertirá a esta "femme fatale" en el prototipo
    de la vampiresa, tan frecuente en el cine negro de Hollywood.

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  3. Ahora sí les encuentro el parecido. Gracias.

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